top of page

El Jubileo del Silencio que Llora Vocaciones

  • Foto del escritor: Canal Vida
    Canal Vida
  • 23 jun
  • 2 Min. de lectura
Sacerdotes, obispos y seminaristas de todo el mundo peregrinan a Roma para renovar su fe, entre lágrimas, cánticos y llamados del Papa a vivir con alegría el fuego del Evangelio.
seminaristas
Seminaristas y sacerdotes de todo el mundo marchan con el cáliz en mano frente a la basílica de San Juan de Letrán, en una de las imágenes más poderosas del Jubileo 2025. No hay espectáculo, solo un corazón que late en unidad.

Del 23 al 27 de junio, Roma se convierte en el corazón palpitante de un llamado que no se apaga: más de 6.000 seminaristas, obispos y sacerdotes de todo el mundo participan en el Jubileo de las Vocaciones, una serie de eventos que no solo buscan conmemorar, sino también encender un nuevo Pentecostés en la Iglesia.


Todo comenzó hoy con un recibimiento que parecía un canto celestial. La basílica de San Pablo Extramuros vibró con el rezo del Rosario y un concierto dirigido por el célebre Marco Frisina, cuyo coro y orquesta ofrecieron algo más que música: lágrimas, esperanza y testimonio.

pedro kriskovich
ENCUENTRO CON EL PASTOR

Al día siguiente, los seminaristas emprenderán una peregrinación hacia la Puerta Santa de San Pedro. Pero lo más esperado será el encuentro con León XIV, que se dirigirá a ellos en una catequesis que quedará grabada como un manifiesto del alma sacerdotal.


La jornada culminará con misas multilingües esparcidas por toda Roma, como pequeños fuegos encendidos en cada rincón del centro histórico.


El miércoles 25 llegará el turno de los obispos. Un centenar de mitras procedentes de todos los rincones del planeta se reunirán en el Brazo de Constantino, donde recibirán sus ornamentos jubilares. La peregrinación a la Puerta Santa será solo el inicio: en el altar de la Cátedra, concelebrarán los prelados con el Papa.

casa betania

El jueves 26 el Santo Padre hablará en el Auditorium Conciliazione a los responsables de pastoral vocacional, donde pedirá sacerdotes felices que sanen a una Iglesia herida. Por la tarde, los sacerdotes comenzaron su propia peregrinación a las basílicas mayores.


El gran final será el 27, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, momento en el que el Pontífice ordenará a 31 nuevos sacerdotes de países tan diversos como Nigeria, Corea, Brasil o México. La misa, abierta al público, será un signo visible de que Dios sigue llamando, en medio del ruido del mundo.


No es un congreso. No es una rutina eclesial. Es un grito silencioso que la Iglesia lanza al cielo: “Todavía creemos”. Y con cada sacerdote ordenado, con cada mitra inclinada, con cada seminarista arrodillado, esa fe se vuelve carne.



📖También te puede interesar:



Comentarios


bottom of page