EL DEMONIO EN HOLLYWOOD: LA ACTRIZ QUE FUE GUIADA POR UNA MONJA Y UN EXORCISTA
- Canal Vida

- 18 oct
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En un testimonio sorprendente, Patricia Heaton reveló que su hermana monja y un exorcista real la ayudaron a prepararse para su papel en “Exorcismo: El Ritual”. Entre oraciones, silencio y miedo, la actriz vivió una experiencia que la acercó más a Dios que al cine.

Patricia Heaton, la actriz católica ganadora del Emmy, se sumergió en las tinieblas del alma para dar vida a la Madre Superiora en “Exorcismo: El Ritual” (2025), la película más comentada del año sobre el mal y la fe. Pero lo que pocos sabían es que su preparación fue tan real como aterradora: contó con la ayuda de su hermana, una monja dominica, y de un exorcista de verdad.

La protagonista de la aclamada serie "Todo el mundo quiere a Raymond" (1996-2005) reveló que antes de filmar las escenas más intensas, su hermana religiosa le enseñó cómo se comporta una superiora frente al mal y cómo la oración puede alterar la atmósfera espiritual. “Ella me dijo: no actúes miedo… ora con autoridad”, confesó la actriz.

Además, se asesoró con el padre Dan Reehil, exorcista diocesano de Nashville. “Aprendí que el demonio odia el silencio y la obediencia”, explicó. “Por eso, mi personaje debía ser firme, incluso cuando todo a su alrededor se derrumbaba”.
La película, inspirada en el exorcismo real de 1928 en Iowa, recrea la lucha de dos sacerdotes —uno interpretado por Al Pacino— contra una posesión que estremeció a Estados Unidos. Para interpretar su papel, Heaton incluso aprendió polaco: “Decir oraciones en ese idioma mientras enfrentaba al demonio fue escalofriante”.

Su conexión con la vida religiosa no es solo actoral: “Mi hermana es monja dominica. La visito seguido. En su convento se respira paz, pero también una conciencia constante de que el mal existe”.

La ganadora como productora del Premio Christopher —galardón católico destinado a películas con valores— asegura que “Exorcismo: El Ritual” no busca asustar, sino despertar. “Hay una batalla espiritual real. La gente lo olvida. Pero el mal no se disfraza solo en películas: está ahí, esperando que bajemos la guardia”, indicó.
En medio de una industria donde todo se banaliza, Patricia Heaton devolvió al cine algo sagrado: la certeza de que el bien y el mal no son ficción, sino el centro de toda historia humana.










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