“DESARMEN SUS PALABRAS”: EL IMPACTANTE MENSAJE DE LEÓN XIV A LOS PERIODISTAS DEL MUNDO
- Canal Vida
- 12 may
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En su primer encuentro con más de 5.000 periodistas de todo el mundo, el Papa León XIV pidió una “comunicación desarmada y desarmante”, exigió libertad para los comunicadores encarcelados y lanzó un llamado profético contra el odio y la mediocridad en los medios. “La paz comienza con cada palabra”, advirtió.

En el aula Pablo VI no hubo protocolo que pudiera contener la fuerza de su mensaje. León XIV, en su primer gran encuentro con la prensa internacional, no se limitó a dar agradecimientos. Lanzó un manifiesto que sacudió el alma del periodismo global: “¡La paz comienza con nosotros, también con nuestras palabras!”.

Frente a miles de comunicadores de todo el planeta que cubrieron el Cónclave y la muerte de Francisco, el nuevo Pontífice pidió una revolución silenciosa, pero contundente: una comunicación desarmada y desarmante. Sin odio. Sin prejuicios. Sin guerra de imágenes.
"Custodiemos el bien precioso de la libertad de expresión y de prensa." (León XIV)
“Nosotros somos los tiempos”, citó a san Agustín, con un tono que mezclaba humildad con autoridad espiritual. Y desde allí convocó a todos los periodistas del mundo a no rendirse a la mediocridad ni al show fácil, sino a narrar desde la verdad y la dignidad.

Pero el momento más fuerte llegó cuando pidió con valentía la liberación de los periodistas presos por informar la verdad. “Su sufrimiento interpela la conciencia de las naciones”, dijo, en un grito pacífico que atravesó la sala y el alma.

Habló también de los peligros de la inteligencia artificial y la necesidad de discernimiento. Pero lejos de demonizarla, llamó a orientar sus herramientas al bien, para crear entornos humanos y digitales “donde el amor no sea reemplazado por algoritmos”.

León XIV no solo bendijo a los medios. Les marcó un rumbo. Les pidió ser artesanos de paz con sus titulares, editores de esperanza, sembradores de sentido.
La Iglesia, una vez más, mira al mundo… y le habla a su conciencia. Desde hoy, las palabras también pueden ser sacramento.
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