Colombia Se Prepara para un Milagro Centenario: Cien Años de Jesús Eucaristía Sin Dormir
- Canal Vida
- hace 5 días
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Durante cien años, Jesús Eucaristía no estuvo solo ni un minuto en Pasto. Una vigilia ininterrumpida que venció guerras, pandemias y noches infinitas. Colombia se prepara para un centenario que ya es considerado un milagro vivo.
El 30 de junio de 1927, en un Vaticano convulsionado por la época, una religiosa caminaba con la determinación de quien carga sobre los hombros un secreto del cielo. La Hermana Inés Danner avanzaba con paso rápido hacia su cita más audaz: pedirle a Pío XI algo que ninguna comunidad en América había logrado hasta ese momento… adorar a Jesús Eucaristía sin interrupciones, día y noche, para siempre.
Lo que aquella mujer no sabía es que su petición se transformaría en una llama que ardería durante un siglo entero, venciendo guerras mundiales, terremotos, pandemias, revoluciones tecnológicas y noches eternas donde sólo Dios puede sostener a quien vela.
Hoy, casi cien años después, el fruto de esa osadía vive en Pasto, Colombia: el Santuario Eucarístico de Maridíaz, un lugar donde el tiempo se arrodilla, donde el silencio tiene peso, y donde Jesús Hostia no estuvo solo ni un solo minuto desde 1928. Ni uno.
UNA VIGILIA QUE DESAFIÓ AL MUNDO
La Congregación de Franciscanas de María Inmaculada —herederas del ardor de la beata María Caridad Brader— mantiene desde hace 1.164 meses, 35.405 días y 849.720 horas un turno ininterrumpido de adoración a Cristo Vivo en la Hostia.
Mientras el mundo gritaba, corría, ardía, evolucionaba o retrocedía, ellas permanecieron allí, firmes como sentinelas divinas frente al sagrario.
En 1928, la Santa Sede respondió al atrevimiento de aquella carta enviada por las Hermanas Danner y Brader: sí, Pasto podía adorar a Jesús 24/7. Desde entonces, incluso en las madrugadas más heladas —a la 1, 2, 3, 4 o 5 de la mañana—, siempre hay dos mujeres frente al Rey callado, mientras toda una ciudad duerme sin saber que se reza por ella.
EL TURNO DE DIOS
Los adoradores dicen que estos cien años no son un aniversario: son un milagro vivo. Porque no es humano sostener una vigilia durante un siglo. No es posible mantener un compromiso a prueba de guerras, pandemias, amenazas de la naturaleza o crisis sociales.
Pero aquí ocurrió. Aquí sigue ocurriendo.
Las Hermanas, los adoradores laicos, los Miframistas y miles de fieles se preparan para celebrar en 2025 un acontecimiento que muchos consideran profético: el centenario del Santuario Eucarístico de Maridíaz, una obra que nació del corazón de una monja que se atrevió a tocar la puerta del Papa para pedir lo imposible.
CIEN AÑOS DE MILAGROS OCULTOS
Quien entra una hora a Maridíaz sale distinto. No por sugestión, no por emoción… sino porque la Presencia Real de Jesús cambia algo, desata algo, sana algo.
La historia reciente de la Iglesia lo confirma: san Carlo Acutis, el influencer de Dios, llamaba a la Eucaristía “mi autopista al cielo”. Las Hermanas lo saben desde hace cien años.
Este centenario no celebra un monumento: celebra una hoguera que nunca se apagó.
UNA INVITACIÓN QUE ATRAVIESA EL ALMA
Si usted visita Pasto, no se vaya sin entrar al santuario. Siéntese una hora frente a Jesús Eucaristía. No escuche nada. No diga nada. Sólo deje que Él, el mismo que encendió a una monja en 1927, haga lo que sabe hacer: transformar la vida de quienes se atreven a mirarlo.
En 2028, la Adoración Perpetua cumplirá cien años. Pero en Pasto, muchos dicen que el verdadero centenario ya empezó… porque cada minuto frente a Jesús cuenta como un siglo de amor.
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