“Carlo Acutis Me Llamó del Cielo”: La Niña Argentina que Conmovió a Médicos y Fieles con Su Milagrosa Recuperación
- Canal Vida
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La historia conmueve a América Latina: una niña sanjuanina con un tumor inoperable recuperó su vida en semanas y señala al cielo sin dudar. “Carlito fue el que me curó”. Médicos, fieles y familias hablan ya de un milagro de Carlo Acutis.
En julio de este año, la vida de Micaela González, una niña sanjuanina de apenas cinco años, pareció quebrarse para siempre. Un diagnóstico devastador cayó sobre su familia: un tumor inoperable en el tronco encefálico, con una expectativa de vida de solo seis meses. Los médicos fueron claros. No había tratamiento curativo. No había cirugía posible. Solo quedaba esperar.
Pero cuatro meses después, lo que ocurrió no puede explicarse solo con medicina. Las últimas resonancias realizadas en el Hospital Garrahan muestran que el tumor, que al principio parecía una “tela de araña” aferrada al cerebro, prácticamente desapareció, reduciéndose a un pequeño hilo residual. La propia oncóloga quedó atónita: “El cambio es tremendo. No esperábamos algo así”.
Mientras la ciencia observa con sorpresa, la familia sabe exactamente qué pasó. Para ellos, la recuperación tiene un nombre: san Carlo Acutis, el joven italiano canonizado el 7 de septiembre y conocido como el “influencer de Dios”. Micaela lo expresa con la inocencia que desarma: “Carlo Acutis me llamó del cielo. Carlito fue el que me curó”.
Durante todo el tratamiento, desde Mendoza y otros puntos del país llegaron estampitas, rosarios, reliquias –incluso un pedacito de tela de una prenda de Carlo– acompañadas de cadenas de oración. “Desde que empezamos a rezarle, Mica empezó a cambiar. Fue impresionante”, relata su madre.
Hoy la niña volvió a correr, a reír, a estudiar. “Volvió a ser chispita”, dice Samantha entre lágrimas. Y en cada visita al santuario de San Expedito, Micaela repite lo mismo: “Siempre busco a Carlito”.
Para su familia, y para miles de fieles que siguen la historia, no hay dudas: Carlo Acutis volvió a obrar un milagro.
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