El Papa Francisco indicó que "educar es siempre un acto de esperanza", en un mensaje a la UNESCO en el marco del Día Internacional de la Alfabetización.
"Desea todo el éxito a las reflexiones y trabajos de esta jornada, para que den buenos frutos para una transformación efectiva y duradera de los espacios de aprendizaje de la alfabetización", manifestó el Papa Francisco en un mensaje enviado a Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, en el marco del Día Internacional de la Alfabetización que se conmemoró el 8 de septiembre.
En la misiva enviada ayer por el Santo Padre a través del secretario de Estado Pietro Parolin, se abordaron los cambios y transformación culturales que hay a las cuales se deben acompañar desde un proceso educativo. "Es necesario construir una 'aldea educativa' donde compartamos, en la diversidad, el compromiso de crear una red de relaciones humanas y abiertas", destacó el vicario de Cristo.
Del mismo modo, señaló que hay una necesidad “de sellar un pacto que dé alma a los procesos educativos formales e informales, que no pueden prescindir del hecho de que todo en el mundo está íntimamente ligado y que es necesario encontrar, según una sana antropología, otras formas de entender la economía, la política, el crecimiento y el progreso".
EDUCAR ES UN ACTO DE ESPERANZA
Para el Papa la educación "es siempre un acto de esperanza que invita a compartir y a transformar la lógica estéril y paralizante de la indiferencia en una lógica capaz de acoger nuestra pertenencia común".
Asimismo, el Pontífice señaló que no hay que subestimar la situación laboral en la que desarrollan su trabajo muchos profesores y educadores en el mundo; de hecho, a menudo son "situaciones precarias que frenan sobre todo a los jóvenes que quieren dedicarse a la enseñanza”.