El Papa pidió a los fieles, después del Ángelus dominical, que recen y no se olviden de las madres rusas y ucranianas que perdieron a sus hijos. "Éste es el precio de la guerra", sentenció.
El dolor no tiene distinción de nacionalidades ni razas, por eso el papa Francisco dirigió su pensamiento, después del Ángelus de hoy, a las mamás “ucranianas y rusas” que perdieron a sus hijos en la brutal guerra que lleva 319 días.
El Pontífice, desde la venta de su estudio del Palacio Apostólico, pidió a los miles de fieles congregados en la plaza San Pedro que no olviden a las personas de Ucrania que son agredidos desde el pasado 24 de febrero.
En un momento de su alocución dirigió su mirada al pesebre, principalmente a la imagen de “la Virgen que lleva al niño, que lo amamanta", y lo ligó con las imágenes vivas, impregnadas de dolor y difundidas mundialmente, de tantas mujeres que ya no tienen la posibilidad de tener a sus hijos cerca.
“Pienso en las madres de las víctimas de la guerra de los soldados que cayeron; madres ucranianas y rusas, ambas perdieron a sus hijos”, manifestó el Obispo de Roma y sentenció: "¡Éste es el precio de la guerra!".
Por último exhortó a los fieles a rezar “por las mamás que perdieron a sus hijos soldados, sean ucranianas o sean rusas".
Comments