Comienza el Cónclave 2025: Secretos, Oraciones y un Silencio que Puede Cambiar la Historia
- Canal Vida
- 6 may
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Mañana, 7 de mayo, el mundo católico entra en vilo: se inicia el proceso sagrado para elegir al sucesor de Pedro.
Desde las 15 del 7 de mayo, los sistemas de comunicación se apagarán en el Vaticano. El mundo quedará fuera, y los 133 cardenales electores ingresarán a la Capilla Sixtina en una atmósfera sellada por el misterio y la historia. A partir de ese instante, comienza el Cónclave, donde se decidirá quién será el Papa 267.
Un centenar de personas, entre eclesiásticos y laicos, juraron el lunes 5 guardar absoluto secreto, como exige la constitución Universi Dominici Gregis. Quien lo viole será excomulgado latae sententiae, es decir, de forma automática. Nadie, fuera del recinto sagrado, conocerá detalles del proceso.
EL PERFIL DE UN NUEVO PASTOR
Durante las Congregaciones Generales, los cardenales no solo debatieron sobre la Iglesia, sino sobre el tipo de hombre que debe conducirla. "Un Papa pastor", repitieron. Alguien cercano, dialogante, con puentes hacia otras religiones y culturas, capaz de guiar a una humanidad fracturada.
Se discutieron temas urgentes: guerras, migraciones, crisis ecológica, divisiones internas y el rol de la mujer en la Iglesia. También se abordaron las amenazas de las sectas, el cuidado de las vocaciones y la importancia de la Palabra de Dios.
CARGOS Y DEBERES: TODO ESTA LISTO
Monseñor Diego Ravelli dirigirá las celebraciones litúrgicas. Siete ceremonieros, dos agustinos, confesores, personal médico, de limpieza, cocineros, floreros, conductores, guardias suizos y técnicos prestarán servicio. Todos juraron silencio. Incluso los ascensoristas.
Los cardenales ya están instalados en la Casa Santa Marta y Santa Marta Vecchia, conectadas por un camino protegido que los llevará a la Sixtina. El recinto fue blindado por la Gendarmería Vaticana.
SIN CELULARES, SIN PERIODISTAS, SIN FUGAS
La Capilla Sixtina fue transformada en una fortaleza espiritual. No se permitirá ninguna transmisión. La única imagen que cruzará los muros será la del humo blanco que anunciará que habemus Papam. Y cuando eso ocurra, el mundo volverá a respirar.
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