Sacrilegio en Argentina: indignación y llamado a la reparación
- Canal Vida
- 15 mar
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Robo y profanación del Santísimo en una parroquia de Córdoba.
En un acto que conmocionó a la comunidad católica, desconocidos irrumpieron en la parroquia San Nicolás de Barí, en Córdoba, y profanaron el Santísimo Sacramento. La Iglesia local expresó su profundo dolor y convocó a un acto de desagravio y oración.
Un ataque contra la fe
El 12 de marzo, en la madrugada, la parroquia San Nicolás de Barí fue escenario de un robo que trascendió lo material y se convirtió en un agravio a lo más sagrado del culto católico: la Eucaristía. Según el comunicado del Arzobispado de Córdoba, los delincuentes ingresaron al templo, sustrajeron el copón del sagrario y la teca para exposición del Santísimo, arrojando las hostias consagradas al suelo.
El cardenal Ángel Rossi SJ, arzobispo de Córdoba, calificó el hecho como de "enorme gravedad" y convocó a las comunidades parroquiales de la arquidiócesis a unirse en oración y reparación.
Acto de desagravio y Misa de reparación
El viernes 14 de marzo, la parroquia San Nicolás de Barí fue el lugar de un emotivo acto de desagravio. Desde las 18, fieles y sacerdotes se congregaron en un momento de oración profunda, que culminó con una misa de reparación presidida por el propio cardenal Rossi.
El purpurado destacó que este tipo de hechos no solo afectan la vida de la Iglesia, sino que son una muestra de la necesidad de fortalecer los valores de respeto y fe en la sociedad.
Un llamado a la oración y la unidad
El Arzobispado de Córdoba hizo un llamado a todas las parroquias de la provincia para que incluyan en sus homilías una reflexión sobre la gravedad de estos hechos y la necesidad de oración por la reparación del daño causado.
"No se trata solo de un robo, sino de un ultraje a nuestra fe. La Iglesia reza y se fortalece en estos momentos", expresó un sacerdote durante la ceremonia religiosa.
La comunidad de San Nicolás de Barí, golpeada por lo sucedido, sigue adelante con su misión evangelizadora, confiando en que la fe y la oración serán el camino para sanar esta herida espiritual.
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