De un pasado marcado por la violencia y las drogas, David Bisonó encontró la luz en Dios. Hoy, es un evangelizador católico digital que lleva la palabra del Señor a miles de personas a través de su programa “Café con Cristo”.
Transformación de David Bisonó. Alguna vez vivió sumido en el narcotráfico y la violencia, encontró su salvación en la fe y hoy es un líder en la evangelización digital.
David Bisonó no siempre fue el hombre de fe y esperanza que es hoy. Nacido en Brooklyn, Nueva York, su juventud estuvo marcada por el caos y la desesperación. Creció en un entorno donde las armas y las drogas eran parte de la vida diaria, sumido en un mundo que parecía no ofrecer más que oscuridad. "Yo andaba en las calles vendiendo y usando drogas, totalmente alejado del Señor", recordó e indicó que ese estilo de vida era la norma, dictado por la cultura y el entorno que lo rodeaba.
LA LUZ EN MEDIO DE LA OSCURIDAD
La transformación de David no fue el resultado de una búsqueda espiritual consciente. No fue un hombre que, cansado de la vida, decidió buscar a Dios. Al contrario, fue Dios quien lo encontró. En un giro inesperado de los acontecimientos, se dio cuenta de que su vida tenía un propósito más elevado. “Yo no estaba buscando al Señor, pero en ese momento entendí que el Señor tenía un propósito conmigo y, desde ese tiempo, me dedico a cumplir lo que Dios me encomendó”, señaló en una entrevista con el medio digital Aleteia, recordando ese momento clave en su vida.
Armas cambiadas por rosarios: Bisonó, que solía llevar una pistola en las calles, ahora está armado con su rosario y su fervor por Dios, llevando esperanza a través de su programa "Café con Cristo".
DE LAS CALLES A LA EVANGELIZACIÓN
Hoy, Bisonó es un hombre completamente transformado. Ya no lleva una pistola, sino un rosario, y sus palabras ahora son portadoras de fe en lugar de violencia. A través de su programa “Café con Cristo”, que ganó un gran número de seguidores en las plataformas digitales, David comparte su historia y su fe con una pasión contagiosa. "Estoy enamorado de la vida, enamorado de Dios", afirmó, subrayando la profunda transformación que experimentó.
UN MINISTERIO AL SERVICIO DEL ESPÍRITU SANTO
Para David, su misión evangelizadora no es cuestión de palabras persuasivas o técnicas de comunicación. Él cree firmemente que es el Espíritu Santo quien opera los verdaderos cambios en los corazones. “Nosotros no convencemos, nosotros no cambiamos, es el Espíritu Santo. Si el Señor quisiera que eso sucediera, será un encuentro del que ni yo ni el sicario podremos escapar”, expresó, dejando claro que su trabajo es ser un mero vehículo de la voluntad divina.
El Espíritu Santo en acción: Para David, su misión no es cambiar corazones por su cuenta, sino ser un instrumento del Espíritu Santo en la vida de quienes más lo necesitan.
TESTIMONIO DE ESPERANZA
La historia de Bisonó es más que un relato de redención; es un testimonio de la infinita misericordia de Dios y de cómo, incluso en los momentos más oscuros, la luz de la fe puede iluminar el camino hacia un futuro mejor.
Su vida es ahora un ejemplo vivo de que no importa cuán lejos nos hayamos desviado, siempre hay un camino de vuelta. A través de su trabajo, David ofrece un mensaje de esperanza para todos aquellos que aún se encuentran en la oscuridad, asegurando que la transformación es posible para quienes abren sus corazones a Dios.
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