Una casa de estudios sacerdotales de Ucrania, atacada por las tropas del régimen de Vladimir Putin, será reconstruido con aportes de una organización benéfica católica.
Imagen de la Virgen María "decapitada" por las tropas rusas.
Las fuerzas militares rusas a mediados de abril arrasaron con un seminario en Vorzel (Ucrania) de donde robaron el cáliz con el que san Juan Pablo II celebró la Santa Misa en su visita al país en 2001. Ese lugar, ultrajado, al punto que destruyeron una imagen de la Virgen María, reabrirá en septiembre de este año.
La reconstrucción del seminario “Sagrado Corazón” se llevará a cabo con el apoyo de la entidad Aid to the Church in Need (Ayuda a la Iglesia Necesitada).
El rector de la casa de estudios sacerdotales, padre Ruslan Mykhalkiv (foto), informó a ACN que el estado de los edificios “es lamentable” y que los soldados rusos se llevaron todo lo que pudieron: “utensilios de cocina, lavadoras, computadoras, aires acondicionados; también saquearon las habitaciones de los seminaristas y robaron el cáliz con el que san Juan Pablo II celebró la misa en su visita a Ucrania en 2001”.
RENACER
Tropas rusas quemaron libros de la biblioteca del seminario.
ACN se comprometió a cubrir los costos de reposición de los muebles y equipos robados además de la reconstrucción. El seminario de rito latino albergaba a 25 jóvenes que se vieron obligados a abandonarlo después de que combatientes de la Federación Rusa tomaran el aeropuerto internacional de Kiev y procedieran a entrar en Vorzel.
Así encontraron una de las habitaciones del seminario.
Los estudiantes y el personal huyeron con cinco niños de un orfanato cercano y las dos hermanas que los cuidaban.
AYUDA A LA IGLESIA
ACN anualmente apoya alrededor de 6.000 proyectos pastorales en 150 países.
Magda Kaczmarek, directora de proyectos de Ucrania de ACN, enfatizó que ayudar a la Iglesia a recuperarse es parte del trabajo continuo de la organización benéfica en el país: “desde que comenzó la guerra, hemos estado brindando todo nuestro apoyo a la Iglesia local de ambos ritos, católico latino y griego. Primero con apoyo de emergencia en las zonas de guerra y para refugiados en el occidente del país. Además, en una segunda fase, ayudamos a las parroquias y monasterios de Ucrania que abrieron sus puertas a los refugiados, brindándoles apoyo material y espiritual. En una tercera fase, y dentro de nuestras posibilidades, queremos ayudar a reparar los daños”.
Desde la invasión de Ucrania, ACN proporcionó alrededor de 2 millones de dólares para que la Iglesia pueda colaborar con los afectados por la guerra. Esto incluye la ayuda anunciada la semana pasada para proporcionar alimentos y refugio a más de 200 mujeres y niños desplazados que están bajo el cuidado de la arquidiócesis de Ivano-Frankivsk, en el oeste de Ucrania.
Caritas Internacional también esta presente en Ucrania brindando contención psicológica y alimentos.
ACN fue fundada en 1947 como una organización católica de ayuda para refugiados de guerra y reconocida como una fundación pontificia desde 2011. La entidad se dedica al servicio a los cristianos en todo el mundo allá donde estén perseguidos, discriminados o sufran necesidad material, a través de la oración, la información y la caridad.
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