Monseñor Joshep Zen Ze-Kiun fue apresado por la policía china. El Vaticano está preocupado.
El Departamento de Seguridad Nacional de China estaba investigando el Fondo de Ayuda Humanitaria 612, del que forma parte el cardenal Zen, por presuntas violaciones de la ley de seguridad nacional.
La persecución a la Iglesia Católica en China es incontrolable, hasta el punto que hoy fue arrestado el arzobispo emérito de Hong Kong, el cardenal Joseph Zen Ze-kiun, acusado de connivencia con fuerzas extranjeras.
Junto al purpurado, también fueron encarcelados Margaret Ng Ngoi-yee, ex legisladora de oposición, y la cantante Denise Ho Wan-sze.
Es sabido que desde hace tiempo el régimen comunista chino persigue, silencia o encarcela a quienes no coincidan con sus ideas públicamente. En este caso el cardenal trabaja activamente en la defensa de los derechos humanos en ese país, algo que parecería no existir.
El gobierno comunista chino, desde la promulgación de una ley en 2020, detuvo a 175 personas mientras que otras 110 tienen acusaciones de ir contra el régimen.
Ante la detención del pastor, la Santa Sede comunicó que “sigue muy de cerca la evolución de la situación”.
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