En un gesto de reconocimiento a los cristianos perseguidos, el Papa Francisco constituyó una comisión especial para identificar y catalogar a los "nuevos mártires" de este siglo.
El Santo Padre, por medio de una carta publicada ayer, anunció la creación de una comisión especial, vinculada al Dicasterio para las Causas de los Santos, con la tarea de identificar a los "nuevos mártires" del siglo XXI: cristianos asesinados en algunos casos simplemente por asistir a misa o ayudar a los pobres.
"Los mártires 'son más numerosos en nuestro tiempo que en los primeros siglos'", aseguró Francisco refiriéndose a los primeros años del cristianismo, cuando muchos creyentes fueron asesinados por su fe, vista como una amenaza para el régimen imperial romano.
LA SANTIDAD EN EL SACRIFICIO COTIDIANO
Los mártires de hoy incluyen tanto al clero como a "laicos y familias que, en varios países del mundo, al dar su vida, ofrecieron la prueba suprema de caridad", aseguró el Obispo de Roma. Su iniciativa coincide con el próximo jubileo, o Año Santo de 2025, el cual se espera que atraiga a Roma a "peregrinos de la esperanza".
MÁS ALLÁ DE LOS LÍMITES DE LA IGLESIA
La comisión también se enfocará en los casos de mártires cristianos no católicos. Su misión es "elaborar un catálogo de todos los que derramaron su sangre para reconocer a Cristo y dar testimonio de Su Evangelio", según señaló en la misiva. "Los mártires de la Iglesia son testigos de la esperanza que nace de la fe en Cristo e inspira la verdadera caridad", añadió el Papa.
EL SILENCIO DE LOS INOCENTES
La carta no proporciona detalles sobre quiénes son considerados por Francisco como los mártires del siglo XXI, ni sobre los países o regiones donde las personas fueron asesinadas por su fe. Sin embargo, es de conocimiento público que monjas, sacerdotes y trabajadores de organizaciones de beneficencia en África y otras regiones hayan sido asesinados en las últimas décadas por profesar su fe.
Hace dos meses, el Vaticano reconoció oficialmente a 21 trabajadores coptos que fueron decapitados por islamistas en Libia como mártires, incluso estableciendo su propia festividad. Este tipo de acciones deja en claro que la misión de la Iglesia de recordar a los mártires y honrar su sacrificio sigue siendo tan relevante hoy como siempre.
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