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  • Foto del escritorCanal Vida

La salvación definitiva sólo proviene de Dios

"Debemos confiar en el Señor porque Él no defrauda nunca", asegura el padre Rafael de Tomás Ferrer en su reflexión de la primera lectura del día (Is. 29, 17-24).
 

Esto dice el Señor:

«Pronto, muy pronto,

el Líbano se convertirá en vergel,

y el vergel parecerá un bosque.

Aquel día, oirán los sordos las palabras del libro;

sin tinieblas ni oscuridad verán los ojos de los ciegos.


"Los insensatos encontrarán la inteligencia y los que murmuraban aprenderán la enseñanza."

Los oprimidos volverán a alegrarse en el Señor,

y los pobres se llenarán de júbilo en el Santo de Israel;

porque habrá desaparecido el violento, no quedará rastro del cínico;

y serán aniquilados los que traman para hacer el mal:

los que condenan a un hombre con su palabra,

ponen trampas al juez en el tribunal,

y por una nadería violan el derecho del inocente.


Por eso, el Señor, que rescató a Abrahán,

dice a la casa de Jacob:

“Ya no se avergonzará Jacob,

ya no palidecerá su rostro,

pues, cuando vean sus hijos mis acciones en medio de ellos,

santificarán mi nombre,

santificarán al Santo de Jacob

y temerán al Dios de Israel”.


Los insensatos encontrarán la inteligencia

y los que murmuraban aprenderán la enseñanza».

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