El Santo Padre, que intervino la sociedad de vida apostólica fundada por Luis Fernando Figari, pide que se continúe con la investigación por las causas de abusos sexuales, violencia física y psicológica.
El Papa expresó su respaldo a la investigación sobre abusos sexuales atribuidos al Sodalicio de Vida Cristiana en Perú, al reunirse con una periodista que indaga el caso en momentos en que se pretende darle un nuevo impulso a la búsqueda de justicia. La sociedad de vida apostólica, presente en diversas partes de Sudamérica y Estados Unidos, fue intervenida por la Santa Sede y la fiscalía peruana investiga a sus líderes.
El pontífice se reunió el pasado jueves en el Vaticano con la periodista peruana Paola Ugaz, que publica denuncias de abusos sexuales, físicos y psicológicos y delitos patrimoniales sindicados al Sodalicio. El encuentro se suma a los nuevos pasos para avanzar en el caso, a la espera de una decisión de la fiscalía y el efecto de un informe del Congreso en Perú.
CAUSA
El caso está a la espera de la decisión del fiscal Eduardo Castañeda Garay, quien determinará si la investigación pasa a la fase de formalización luego de años de pesquisa.
“Se tiene que seguir investigando y la única manera es pasar a la siguiente etapa. Si se archiva generaría una impunidad increíble”, declaró Raiza Arroyo, abogada de las víctimas.
APOYO DE LA IGLESIA
El gesto de Francisco adquiere mayor significado en este contexto de la activación de la causa judicial. “Da un mensaje al fiscal de que la Iglesia Católica está con el ojo en eso, que pone atención a la investigación, para que esta pueda seguir y no se caiga”, considero la abogada Arroyo.
ABUSOS, SECUESTROS Y SANCIONES
Fundado en 1971, el Sodalicio está en escuelas e iglesias, dirige centros de retiro y tiene filiales en Perú, Argentina, Colombia, Brasil, Chile, Ecuador, Italia y Estados Unidos. La mayoría de sus integrantes son seglares, pero también hay clérigos y un obispo peruano.
Su fundador, Luis Fernando Figari, vive en Roma pero en Perú enfrenta denuncias de abusos sexuales, lesiones graves, secuestro y asociación ilícita.
En el 2017, la Santa Sede lo sancionó a vivir aislado, sin contacto con los cofrades, pero a cuenta del Sodalicio.
Las pesquisas escalaron en 2015 con el libro “Mitad monjes, mitad soldados”, del exintegrante del Sodalicio Pedro Salinas con la colaboración de Ugaz. El libro reúne 30 testimonios de supuestos abusos psicológicos, físicos y sexuales en la comunidad a lo largo de casi tres décadas.
El Vaticano intervino el Sodalicio entre 2015 y 2017, cuando decretó aislar a Figari y planteó que “se restablezca la justicia y se repare, o al menos se contribuya significativamente a reparar”.
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