Pau Donés, que hoy cumpliría 56 años, vivió sin freno hasta que la vida le puso spot. Allí el músico redescubrió la fe, el valor de la amistad y los afectos.

A pesar de que la vida le puso “trabas” (“obstáculos”, como le gustó decir a él) —dislexia, el suicidio de su madre y un cáncer de colon— supo aprender de la adversidad para disfrutar cada momento de su paso terrenal. Como una despedida previa, Pau Donés (11 de octubre de 1966 - 9 de julio de 2020), que hoy cumpliría 56 años de edad, dos semanas antes de su deceso presentó el clip “Eso que tu me das” en el que honró a la amistad y les agradece a todas las personas que estuvieron a su lado a lo largo de la enfermedad terminal que lo aquejó.
El ex líder del grupo español de rock “Jarabe de Palo”, luego del inminente éxito de “La flaca”, allá por 1997, fue consumido por la vorágine popularidad que lo separaron durante casi 20 años de sus seres queridos. “Papá, pensaba que nos habías abandonado”, le llegó a decir su hija, Sara.
Esa vida a gran velocidad fue detenida repentinamente cuando en 2015 le diagnosticaron cáncer de colon. Pero lejos estuvo de deprimirse, aunque admitió que no lo puso feliz. “Gracias al cáncer estoy más vivo que nunca”, aseguró en aquel momento el autor de “Depende”, “Bonito” y “Humo”. Y realmente fue así, porque eso a lo que él calificaba de “obstáculo”, ya que son pruebas que hay que superar y dejan enseñanzas, le cambió las prioridades y le enseñó a valorar la vida, a tal punto que, en 2018, para no perderse la adolescencia de su hija, se mudó a Estados Unidos para acompañarla en sus estudios de medicina.
DOLOR Y FORTALEZA

"Hay que disfrutar de la vida, no preocuparse sino ocuparse", manifestó Pau Donés en su última entrevista dos semanas antes de morir.
Los “obstáculos” fueron una constante en la vida del artista ibérico: de niño le diagnosticaron dislexia y trabajó para superarla. "Eso me dio fortaleza, aptitud, capacidad para observar y desarrollar otros lenguajes, como el de la música, para poder comunicarme", expresó en una entrevista publicada en el libro "Superar la dislexia", de Luis Rello.
A una semana de haber cumplido 16 años, su madre, luego de regalarle una guitarra que marcaría parte de su destino, se suicidó. “De la noche a la mañana, pasé de ser un adolescente idiota que me pensaba que me iba a comer el mundo, que sabía todo, que mis padres no sabían nada… de golpe a ser madre, padre de mis hermanos y afrontar la vida con una responsabilidad que nunca había tenido y eso me hizo muy fuerte”, confesó en su libro biográfico “50 palos y sigo soñando”, en el que cuenta que ayudó a su padre a criar a sus tres hermanos.
ENSEÑANZA DE VIDA
Donés, licenciado en Económicas, destacó que el suicido de su mamá fue “una enseñanza estupenda porque me convertí en Juan sin miedo. A mí me gustaba vivir, cosa que a mi madre no. Como a ella no, decidió que se iba. No sin antes dejar un mensaje claro: ‘si te gusta vivir no pierdas tiempo y no tengas miedo, que esto vale la pena'”, dijo hace cinco años en una entrevista concedida al diario español “El Mundo”.
Asimismo, indicó que el primer momento de la muerte de su mamá fue terrible y trágico, pero si llegó a ser quién fue, “es gracias a ella”. “Una parte importante de ese aprendizaje fue en ese momento”, aseguró. “Aprendí más rápido en el sentido de la responsabilidad, aprendí a pelear en la vida y, de un día para otro, perdí el miedo a vivir y a morir", dijo en XL Semanal.
A pesar de ese golpe durísimo, combinó trabajos de camarero, botones, modelo y becario para poder costearse la carrera universitaria. Luego apareció “La flaca”, y el resto es historia conocida.
Todos esos “obstáculos” fueron moldeando su carácter, personalidad y manera de pensar. De aquél que a principios de 2000 cantaba que no creía en nada, que todo era relativo y que la vida había que vivirla a “alta velocidad”, a este Pau con fe y esperanza hasta su último día, con un álbum, “Traga o escupe”, que resalta valores de solidaridad y amistad, y un videoclip en el que a su espalda lo custodia Nuestra Señora de Guadalupe.
Donés dejó su legado musical y el ejemplo de que el ser humano está en una búsqueda constate de misericordia de Dios.
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