Francisco en su catequesis sobre el discernimiento indicó que la consolación confirma que Dios "quiere darnos alegría y paz".
"La auténtica consolación es una especie de confirmación" de que estamos caminando por los caminos de Dios, "es decir, por los caminos de la vida, de la alegría y de la paz", aseguró el Papa en su décima catequesis sobre el discernimiento oficiada esta mañana ante una multitud en la plaza San Pedro.
Refiriéndose a la acción del espíritu maligno, recordó que "el estilo del enemigo", es presentarse "de manera astuta y disfrazada".
DISTINGUIR UN ESPÍRITU BUENO DE UNO MALO
El Santo Padre explicó que el examen de conciencia es la clave para no permitir que el mal contamine los pensamientos, por lo que hay que "aprender a leer en el libro de nuestro corazón".
Asimismo, señaló que hay un consuelo verdadero, pero también hay "consuelos que no son verdaderos", por eso hay que entender bien "el camino de la consolación".
“San Ignacio de Loyola nos dice que cuando el principio, el medio y el fin de los pensamientos es bueno, y todo está orientado hacia el bien, es un signo del buen espíritu; cuando los pensamientos no son buenos, nos distraen, nos agitan y nos quitan la paz, es un signo del mal espíritu”, manifestó el Pontífice.
LA ORACIÓN NO ES UNA EVASIÓN DE LAS LABORES
El Obispo de Roma explicó que el buen espíritu actúa de manera que, por ejemplo, da intenciones de rezar y llevar adelante gestos solidarios, pero puede ocurrir que ese pensamiento surja para evitar un trabajo o una tarea que es encomendada.
“La oración no es una evasión de las tareas, al contrario, es una ayuda para realizar el bien que estamos llamados a hacer, aquí y ahora”, indicó.
Catequesis del Papa Francisco.
EL CONSUELO AUTÉNTICO
En efecto, no se debe olvidar que el enemigo actúa de manera engañosa y solapada, por eso es importante examinar el origen y la verdad de nuestros pensamientos, confrontarlos y aprender de las experiencias para no repetir los mismos errores en el futuro.
“Debemos darnos cuenta de lo que nos pasa es un indicio de que la gracia de Dios está trabajando en nosotros y nos ayuda a crecer en libertad interior”, aseguró el sucesor de Pedro y agregó que “la consolación auténtica nos confirma en el camino que Dios quiere para nosotros, dándonos alegría y paz”.
Por último, exhortó a avanzar en la comprensión de lo que sucede en el corazón mediante el examen de conciencia, para buscar "la raíz" de nuestros errores y "aprender a leer en el libro de nuestro corazón lo que ocurrió durante el día".
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