El Santo Padre pidió, antes del rezo del Ángelus, no tener miedo y siempre estar preparados para "cuando el Señor pase", en referencia al Evangelio de san Lucas. “Confiar en el Padre que ya nos dio a su Hijo, su Reino y siempre nos acompaña con su providencia”, subrayó. —VIDEO—
El Papa Francisco saluda a la multitud presente en la plaza San Pedro. (Fotografía: Vatican Media)
Francisco reflexionó sobre el Evangelio de hoy (Lc. 12, 32-48) e indicó que Jesús en el pasaje bíblico da dos palabras clave para la vida diaria, las cuales les dice a sus discípulos para aplacar sus miedos e invitarlos a estar siempre alerta: “no temas” y “estén preparados”.
“Es necesario no ceder a la pereza interior, porque, también en las situaciones en las que no lo esperamos, el Señor viene.”
Ante una multitud que se congregó en la plaza San Pedro para participar del Ángelus, el Papa antes del rezo mariano recordó que Jesús al hablar a sus discípulos del cuidado amoroso del Padre les advierte que no teman, ya que “nuestra historia está firmemente en las manos de Dios”.
Asimismo, señaló que en muchas oportunidades el ser humano siente desconfianza y angustia por no lograr un objetivo, no ser reconocido, no ser amado o no ser nunca feliz; y se sumerge en un sinfín de de “soluciones” materiales para obtener seguridades; “y terminamos viviendo en la ansiedad y en la preocupación constante”.
En cambio, aseguró el Santo Padre, Jesús tranquiliza y pide no temer, “confiar en el Padre que ya nos dio a su Hijo, su Reino y siempre nos acompaña con su providencia”.
El vicario de Cristo en su alocución agregó que el Señor nos cuida con amor, por lo que debemos estar siempre atentos a los demás, ya que amar “significa estar a disposición del próximo, darse cuenta de sus necesidades, estar disponibles para escuchar, estar preparados”.
“Caminemos sin miedo, en la certeza de que el Señor nos acompaña siempre, y estemos despiertos, para que no nos durmamos mientras el Señor pasa.”
(Fotografía: Vatican Media)
ESTAR ATENTOS A LA PRESENCIA DEL SEÑOR
La segunda invitación de Jesús en el Evangelio es a estar preparados aseguró el Obispo de Roma y recordó unas palabras de san Agustín: “tengo miedo de que el Señor pase y yo no me dé cuenta”.
“Es necesario no ceder a la pereza interior, porque, también en las situaciones en las que no lo esperamos, el Señor viene”, expresó.
Del mismo modo, advirtió que Dios “al final de nuestra vida nos pedirá cuentas de los bienes que nos encomendó”, por lo que “debemos ser responsables, custodiar y administrar esos bienes con fidelidad, desde nuestras familias o la fe, hasta nuestra ciudad y la Creación”.
“Caminemos sin miedo, en la certeza de que el Señor nos acompaña siempre, y estemos despiertos, para que no nos durmamos mientras el Señor pasa”, concluyó el Pontífice.
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