Grupos de presbíteros y laicos conforman el Servicio Sacerdotal de Urgencia que por las noches asisten espiritualmente a enfermos en Argentina, Uruguay, Ecuador y México.
Cuando la noche se acerca, las calles comienzan a quedar despobladas, disminuye el tránsito, las aceras se liberan de los transeúntes y se encienden las luces de neón sobre los comercios que estarán abiertos hasta el amanecer.
Esos carteles indican qué farmacias están de turno, el número telefónico de emergencias médicas y los restaurantes abiertos, pero ninguno destaca la labor que en esas horas realiza un grupo de laicos junto a un sacerdote con el fin de atender las necesidades del alma.
Todos los días entre las 21 y las 6 un presbítero y dos laicos esperan el llamado telefónico para acudir al enfermo y auxiliarlo en el espíritu administrándole los sacramentos, en especial la Santa Unción. Está actividad desinteresada, que se lleva a cabo desde hace 70 años, constituye en una labor especial e importante de varias parroquias de Argentina, México, Ecuador y Uruguay.
UNA AYUDA AL NECESITADO
El Servicio Sacerdotal Nocturno (SSN) o Servicio Sacerdotal de Urgencia (SSU), gratuito, efectúa una acción sacramental en la que interviene principalmente Cristo, con la participación del presbítero como mediador e instrumento del Señor, y los laicos como cooperadores de la salvación.
Logo del Servicio Sacerdotal de Urgencia.
PRESENCIA
El SSN actualmente en Argentina tiene sede en 17 ciudades (Córdoba, Buenos Aires, Mendoza, Tucumán, Rosario, Mar del Plata, Salta, Santa Fe, Avellaneda, Lomas de Zamora, San Rafael, La Plata, Paraná, San Juan, Quilmes, Catamarca y Concordia), las cuales forman parte de la Federación de los Servicios Sacerdotales de Urgencia de la República Argentina, supervisada por la Comisión Episcopal Nacional.
Jorge Bergoglio en 1999, por entonces arzobispo de Buenos Aires, le agradeció a los miembros del SSU por el trabajo que realizan y les pidió: "hagan rezar a los enfermos por mí, que mucho lo necesito".
Asimismo, la entidad cuenta con presencia en Uruguay y Ecuador. En Paraguay funcionó durante algunos años hasta mediados de la década del 2000.
En México funciona bajo el nombre Servicio de Auxilio Nocturno Espiritual (SANE), es un organismo de la Iglesia Católica de orden diocesano; y la actividad la realizan durante la noche de los 365 días del año en los hospitales tanto públicos como privados, Cruz Roja Mexicana, asilo de ancianos y domicilios particulares que lo soliciten.
EL LLAMADO DE LA ESPERANZA
Al abogado argentino Armando César Sánchez la necesidad de encontrar un sacerdote para que le dé la Unción de los Enfermos a su padre lo llevó a recorrer la ciudad de Córdoba a las dos de la madrugada sin conseguir a nadie, pero con la respuesta de la Providencia Divina de crear una “guardia espiritual”.
Esa idea rondó por su cabeza y convencido de la iniciativa se juntó con presbíteros y laicos para sumarlos al proyecto que finalmente presentó al por entonces arzobispo de Córdoba monseñor Fermín Laffite, quien lo aprobó y ayudó en su creación. Fue así que se fundó el Servicio Sacerdotal de Urgencia.
En la noche del 26 de octubre de 1952, festividad de Jesucristo, Rey del Universo, se puso en marcha por primera vez en la Argentina una guardia con un sacerdote y dos laicos, esperando en piadosa vigilia el llamado de algún necesitado de la gracia de Dios.
ALENTADOS POR DOS PONTÍFICES
El SSU es una obra apostólica única en el mundo. En 1987, cuando san Juan Pablo II visitó Córdoba y conoció su funcionamiento, dijo: “A través del SSU cada noche sacerdotes y laicos en vigilante espera, se movilizan para atender el llamado de Cristo por medio de sus enfermos. Me da mucha alegría, y los aliento a continuar en este esfuerzo apostólico mediante el cual se hace visible la solicitud de la Iglesia, que vela día y noche por sus hijos”.
En 2015 Francisco respondió una carta a Manuel Martín, presidente del SSU de la Argentina, y le agradeció el trabajo que realizan tantos guardianes a lo largo y a lo ancho del país, a fin de velar por la salud espiritual de los enfermos y moribundos.
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